viernes, 16 de marzo de 2012
¿Verraco o berraco?
Un buen amigo –y mentor– me preguntó hace poco cuál era la forma correcta para elogiar algún artículo mío en el que era evidente mi verbofilia: ¿berraquera o verraquera? Me presentó la situación como si yo
fuera algún erudito del lenguaje, así que no podía responder acerca de la berraca
duda ortográfica sino con suficiente altura y verraquera como para ser
coherente con esa que yo llamo mi verbofilia.
Mi primera consulta fue con
el diccionario de la Real Academia Española (DRAE), el cual no registra la
versión berraco, pero define verraco, del latín verres como «cerdo padre». El mismo diccionario incluye una segunda
acepción de aparente uso en el lenguaje coloquial de Cuba, con el uso de
«persona desaseada», también para describir a una persona que, por su mala
conducta, resulta despreciable. Otro de los usos exclusivamente cubanos de
verraco es el de una persona tonta, a quien se le puede engañar fácilmente.
El
DRAE recoge también verraquera, de verraquear, término que describe como
adjetivo femenino que significa el llanto continuo y con rabia de los niños,
pero también como un verbo intransitivo coloquial que significa gruñir o dar
señales de enfado y enojo.
Mi siguiente consulta fue al
Diccionario Panhispánico de Dudas, el cual no recoge ninguna de sus versiones,
con b ni con v. De ahí pasé a mi Diccionario de colombianismos de la Academia
Colombiana de la Lengua, donde tampoco aparece registrada ninguna de las
versiones del término en cuestión. Al consultar en mi Cachacario, el divertido
diccionario de cachaquismos recopilado por el muy cachaco Alberto Borda
Carranza, encontré sin sorpresa
que éste tampoco incluye versión alguna de verraco, berraquera u otros
términos afines. Esto permite
suponer que su origen, por lo menos en Colombia, no es del altiplano
cundiboyacense.
Tengo un ejemplar de un interesante lexicón llamado diccionario
de colombiano actual, recopilado por Francisco Celis Albán. Copio algunas
acepciones que dan luces:
berraco. Colérico. Furioso.//
De gran valor o magnitud.//Que tiene vocación y empeño para un arte o
actividad.
berraquera. Cólera. Furia.//
Valor. // Obstinación. Terquedad. Que tiene grandes aptitudes para un arte o
actividad.// En ciertas expresiones, maravilla. ¡Qué berraquera de partido!
Curiosamente,
no aparece con v, pero si está verraquillo, término que define a una bebida
supuestamente afrodisíaca, mezcla de cangrejo, vino, kola granulada, borojó y
otros aditivos...
Me
llamó la atención que en el Diccionario del Insulto, recopilado por Juan de
Dios Luque, Antonio Pamies y Francisco José Manjón, provenientes de la
península ibérica, se incluyen dos acepciones del término, escrito con v:
verraco 1. Guarro, cerdo
(del lat verres, «cerdo padre»). 2. Hombre de gran potencia sexual, salido.
Dejo
para el final la más extensa investigación sobre los términos verraco, berraco
y las variantes que nos interesan, que he encontrado en la magnífica obra de la
Asociación de Academias de la Lengua Española, que en 2010 presentó su
Diccionario de Americanismos, del cual, como es de suponer, tengo mi propio
ejemplar en mi biblioteca de diccionarios.
El
término berraco resulta ser bastante diverso en su uso y en su aparición en el
continente americano. Puede ser un verbo intransitivo, se usa también como
sustantivo o como adjetivo; tiene aplicaciones en el lenguaje popular y en el
culto, puede tener uso espontáneo, vulgar o despectivo. Algunas de sus
acepciones son rurales.
En
Panamá, Cuba, República Dominicana, Colombia y Ecuador, puede usarse para
describir a una persona valiente. En Cuba, República Dominicana, y Ecuador,
también describe a una persona bravucona o pendenciera.
Una
persona o una cosa extraordinaria o magnífica se puede describir con este
término en Honduras, Nicaragua, Panamá y Colombia. En estos dos últimos países
también se usa en el lenguaje popular para referirse a una persona capaz de
desempeñar bien una actividad u oficio.
En
Colombia y Ecuador se usa como adjetivo para describir una actividad o un
problema complejo, difícil de resolver.
Otra
acepción de berraco es el adjetivo con el que se describe a una persona
disgustada, muy enfadada, tanto en Nicaragua, como en Panamá y Colombia.
El
diccionario de americanismos también señala su connotación sexual en Colombia y
Puerto Rico, donde se puede usar para describir a alguien que está excitado
sexualmente. En Cuba tiene un uso despectivo adicional, tanto en el lenguaje
culto como en el popular, cuando se refiere a una persona tonta o estúpida, o a
una persona considerada inútil.
En
la región central de Panamá también hace alusión a una persona tramposa y
embustera. La variante berraquera también tiene alguna variabilidad en el
continente americano. El uso popular y vulgar hace referencia, en Puerto Rico y
en Colombia, a la excitación sexual. En Panamá y Colombia, se refiere también a
la ira o al mal genio. En Colombia sirve para describir la energía y entusiasmo
que se aplican para realizar una acción. La berraquera es en Panamá la manera
de describir a una persona o cosa excelente, admirable, muy buena.
La
interjección ¡qué berraquera!, expresa en el lenguaje popular colombiano una emoción intensa de diversos
estados de ánimo.
La
siguiente variante, en orden alfabético, es berraquería, aparentemente de uso
exclusivo en Cuba, donde significa tontería.
Pero
la cosa no para allí. Más de mil quinientas páginas después de berraco,
encontramos en el mismo diccionario su versión con v: verraco.
La
mayoría de sus acepciones son
idénticas a las descritas en los mismos países en los que se usa con b inicial.
Algunas variaciones incluyen el uso para referirse a una cosa fuerte, sólida o
firme, común en el Oeste de Venezuela.
También
en Venezuela, el Sureste de México y en Ecuador, se usa para referirse a un
hombre mujeriego. En Cuba y en Perú, verraco también tiene la connotación de
una persona grosera, soez.
Las
acepciones de verraquera son iguales en las diferentes regiones en las que se
escribe berraquera.
Verraquear,
en cambio, aparece únicamente en
Cuba como un verbo intransitivo que significa comportarse con ingenuidad o
falta de viveza.
Así,
resulta que verraquera o berraquera, como prefiera escribirla el berraco o la
verraca que la use. ¡Qué
verraquera de vaina!, ¿No?
Y, como punto final, ¿cómo traducirlo al
inglés? Quizá para hacerse entender, en sus acepciones que hacen referencia a
la descripción de las habilidades de una persona, o a las características de
una cosa, podrían usarse términos como el informal hotshot, también con las connotaciones de master, genius,
expert, virtuoso, maestro o wonderful, magnificent, skillful, eminent, superb,
awesome, fabulous... o quedarse con la versión facilista: ¡berracation!